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b)

Activos financieros mantenidos para negociar: son aquellos adquiridos con el objetivo

de enajenarlos en el corto plazo o aquellos que forman parte de una cartera de la que

existen evidencias de actuaciones recientes con dicho objetivo. Esta categoría incluye

también los derivados financieros que no sean contratos de garantías financieras (por

ejemplo avales) ni han sido designados como instrumentos de cobertura.

c)

Activos financieros disponibles para la venta: se incluyen los valores representativos

de deuda e instrumentos de patrimonio de otras empresas que no hayan sido

clasificados en ninguna de las categorías anteriores.

Valoración inicial

Los activos financieros se registran inicialmente al valor razonable de la contraprestación

entregada más los costes de la transacción que sean directamente atribuibles.

Valoración posterior

Los préstamos, partidas a cobrar e inversiones mantenidas hasta el vencimiento se

valoran por su coste amortizado.

Los activos financieros mantenidos para negociar se valoran a su valor razonable, en

función de los resultados previstos, del dividendo a entregar estimado, y del precio de la

acción, volatilidad de dicho precio y de la tasa libre de riesgo a cierre del ejercicio,

registrándose en la cuenta de pérdidas y ganancias el resultado de las variaciones en

dicho valor razonable.

Por último, los activos financieros disponibles para la venta se valoran a su valor

razonable, registrándose en el Patrimonio Neto el resultado de las variaciones en dicho

valor razonable, hasta que el activo se enajena o haya sufrido un deterioro de valor (de

carácter estable o permanente), momento en el cual dichos resultados acumulados

reconocidos previamente en el Patrimonio Neto pasan a registrarse en la cuenta de

pérdidas y ganancias. En este sentido, existe la presunción de que existe deterioro

(carácter permanente) si se ha producido una caída de más del 40% del valor de

cotización del activo o si se ha producido un descenso del mismo de forma prolongada

durante un período de un año y medio sin que se recupere el valor.

Al menos al cierre del ejercicio el Grupo realiza un test de deterioro para los activos

financieros que no están registrados a valor razonable (cuentas a cobrar). Se considera

que existe evidencia objetiva de deterioro si el valor recuperable del activo financiero es

inferior a su valor en libros. Cuando se produce, el registro de este deterioro se registra en

la Cuenta de Resultados Consolidada. En particular, y respecto a las correcciones

valorativas relativas a los deudores comerciales y otras cuentas a cobrar, el criterio

utilizado por el Grupo para calcular las correspondientes correcciones valorativas, si las

hubiera, tiene en cuenta los vencimientos de dichas deudas y la situación patrimonial de

dichos deudores.