Se cumple poco más de una semana desde que aterrizamos en Bolivia. Siete días en los que no hemos parado de aprender, de enseñar, de absorber información, de preguntar, de responder y de compartir momentos con gente increíble.
Como os contamos en la entrada anterior el proyecto en el que estamos involucrados viene de la mano del CEMSE, la organización sobre terreno con la que colabora Ayuda en Acción desde España. La importancia o particularidad del CEMSE (Centro de Multiservicios Educativos) radica en que no se encarga de la educación formal (el currículo académico propiamente dicho), si no que ofrece talleres en horas extraescolares centrados en la formación en valores, la prevención de la violencia, la oratoria o la toma de decisiones.
Otro taller muy interesante que ofrece recibe el nombre de Plan de Vida y está planteado para que los alumnos sean capaces de diseñar sus metas a corto, medio y largo plazo y saber qué necesitan para llegar a ellas. Muchos de los alumnos vienen de familias humildes y este tipo de formación es fundamental para que los chavales sepan que son dueños de su futuro. Posibilita, en definitiva, que los niños en las escalas sociales más bajas conozcan sus capacidades y herramientas para mejorar su calidad de vida.
El CEMSE trabaja sobre todo con los integrantes del Gobierno Estudiantil, que es una figura educativa la mar de interesante. Dentro de cada Unidad Educativa (como se le denomina aquí a los colegios) son seleccionados (de todas las clases y niveles) entre 10 o 12 chavales de los que se espera que sean líderes entre sus compañeros y puedan de alguna manera influir positivamente en ellos.
Los Gobiernos Estudiantiles están formados por un presidente, un vicepresidente, vocales y tiene a su vez ‘carteras’; pudiendo así encontrar a una persona encargada de ‘Relaciones’, de ‘Resolución de Conflictos’ o de ‘Actas’. Cada integrante recibe una ‘polera’ (camiseta) que le identificará como figura de autoridad entre el resto de sus compañeros.
Las desigualdades en Bolivia son evidentes y esto se agrava sobre todo en las poblaciones rurales. El sector del CEMSE con el que estamos colaborando se centra precisamente en este tipo de poblaciones, en concreto los pueblos cercanos a Sucre. En las tres semanas que estamos en Bolivia vamos a trabajar en un total de diez Unidades Educativas de los cuales ya hemos conocido varias.
Nuestra primera parada fue la Unidad Educativa de La Palma. Una parada que se planteó en principio como una visita rápida para conocer el terreno y las gentes con las que íbamos a trabajar la semana siguiente, pero que acabó alargándose varias horas.
Y es que al poco de llegar un grupo de niñas y niños nos involucraron en un partido de fútbol loco de los que se recuerdan toda la vida. El esquema elegido por los niños para dividir los equipos fue el clásico ‘chicos contra chicas’ y fue un partido igualadísimo de principio a fin que finalizó con un merecido por ambas partes 5 a 5. El partido acabó porque los niños fueron llamados a comer que si no probablemente ahí seguiríamos. Destacar el altísimo nivel de la cantera femenina de La Palma.
Otra de las Unidades Educativas con las que más vamos a trabajar es la UE del Chaco. Allí presenciamos un taller sobre Prevención de la violencia en el que concretamente se trataba la violencia dentro del noviazgo (los celos, el control excesivo…). Como anécdota, Alba al presentarse comentó que al día siguiente iba a ser su cumpleaños y al finalizar el taller el grupo de chicas y chicos se inventaron una triquiñuela para salir a comprar sin que nos diéramos cuenta una botella de Coca Cola de dos litros y poder celebrarlo con nosotros por adelantado.
También esta semana hemos visitado la Unidad Educativa de San José de Sonqo Chipa y la UE Elizondo Pérez, donde tuvieron lugar sendos talleres de Plan de Vida.
Y en las dos restantes semanas conoceremos el resto de Unidades Educativas así como volveremos a las citadas con más talleres, más juegos, y más ganas.
Seguiremos informando.